En horario de máxima audiencia, los televidentes del tercer canal de la cadena pública británica BBC tuvieron ocasión el pasado lunes de ver un reportaje titulado La verdad sobre Magaluf. Las cámaras seguían las peripecias de la presentadora Stacey Dooley en el núcleo turístico calvianer, un poco a la manera del formato de 21 días con..., que popularizó Samanta Villar en Cuatro.

Durante el programa, Dooley habla con turistas, propietarios de bares, recepcionistas, señoras de la limpieza, policías, trabajadores de ambulancias y con el alcalde de Calvià, Manu Onieva. La emisión no obvió ninguno de los males endémicos del núcleo, e incidió especialmente en la prostitución, la venta de alcohol a muy bajo precio y el auge del balconing durante este año. El programa puede resumirse en las siguiente cuatro escenas.

1. “He visto cómo le metía la mano en el bolsillo para robar”

Después de hablar con una vecina de Punta Ballena que clama: “En verano esto es un infierno, incluso la gente de aquí tiene miedo a las prostitutas”, y después de charlar con un agente de la Policía Local que le confirma que estas mujeres suelen protagonizar robos, Dooley decide comprobarlo in situ. No le cuesta mucho encontrarlas. El programa de la BBC muestra a las prostitutas en busca de clientes. Dicen que llega a haber hasta una treintena diaria. La cámara se centra en un hombre mayor tambaleante. Una mujer se le acerca y se ve cómo mete la mano en el bolsillo. “He visto cómo le intentaba robar”, narra la presentadora, que en otro momento llega a hablar con una meretriz a la que registran los agentes. “Los policías mienten. Sólo trabajo para sobrevivir”, le dice a Stacey Dooley.

2. “Fue horrible, murió en el momento”

Stacey acompaña otra noche a las personas que trabajan en el servicio de ambulancias que casi está instalado en Punta Ballena durante el verano. Le dicen que en verano se producen entre 15 y 20 violaciones. “Una vez nos encontramos con una chica de 16 años a la que habían golpeado y violado”, le cuentan. En su recorrido por la calle más céntrica de Magaluf, ven una chica desmayada, que logra recuperarse, y un hombre tirado en el suelo al que tienen que llevar al hospital. Mientras la ambulancia se dirige a un nuevo destino, le explican a la conductora del programa que este año ha sido “el más crítico” en casos de balconing. Hasta 40 caídas. “El problema es que, con una intoxicación etílica, intentan pasar de balcón en balcón, y entonces se precipitan”, dice un testimonio. El recepcionista de un hotel de Magaluf entrevistado en el reportaje vivió en primera persona un caso de balconing mientras cubría un turno de noche. “Fue horrible. Oí un fuerte ruido. Al principio pensé que habían tirado una silla. Era una chica. Murió en el momento. Es la peor cosa que puedes ver”, le cuenta a la BBC.

3. “Numeramos las sillas para saber quién las ha tirado”

La presentadora aprovecha su estancia en el hotel para acompañar a un par de empleadas de la limpieza que se encargan de las habitaciones. Relatan que el panorama con el que se suelen encontrar es dantesco. Y cuentan que alguna vez, cuando estaban limpiando en la parte de abajo del hotel, les han tirado sillas, lo que ha obligado a la dirección del establecimiento a adoptar la siguiente medida: “Las sillas llevan un número para saber así de qué habitación las han tirado”.

4. “Son problemas que tienen otros destinos turísticos”

Stacey se adentra en la noche de neón de Punta Ballena. Y se sumerge en una discoteca donde sirve copas durante unas horas. En este punto, la presentadora de La verdad sobre Magaluf agota todas las posibilidades de caras de asombro. Lo primero que le sorprende es lo barato que está el alcohol. Pone cara de estupefacción cuando ve los cócteles que se preparan en una especie de barreño. “¿Tú podrías beber esto?”, le pregunta Dooley a una de las camareras. “No, nunca. ¡Sabe horrible!”, le responde. La clientela no parece tener tantos miramientos y bebe con frenesí. Empieza entonces un juego sexual de alto voltaje entre tres chicas y tres chicos. El nombre del juego, El desafío de la erección. La cara de Stacey, un poema.

El reportaje concluye con una entrevista en tono incisivo a Onieva. ¿Qué tiene que decir en vista de todo esto?, le viene a preguntar la conductora. “Cuando 20.000 jóvenes se juntan para divertirse, esto implica excesos y problemas como el de la prostitución. Son problemas como tienen otros destinos turísticos”, afirma, para concluir: “No soy un mago, sólo soy alcalde de Calvià”.