Pedro García Aguado estrena la séptima temporada de Hermano mayor, el programa de Cuatro donde el campeón olímpico de waterpolo habla con los chicos que irán pasando por el programa y consiguiendo, en la mayoría de los casos, reorientar sus vidas, como ha hecho a lo largo de estos cinco años.

El ex-jugador de waterpolo, tras acabar con su adicción a las drogas y el alcohol, ha sabido cómo superar sus errores y convertirse en el coach de jóvenes conflictivos enseñándoles que se puede salir del agujero en el que se encuentran. Al ser también padre, intenta ponerse en la piel de los padres y ayudarlos a educar a esos chavales que no se encuentran en su mejor momento.

Durante todo este tiempo, Pedro García no sólo ha cambiado la vida de estos jóvenes sino que también ha creado un proceso de cambio en él admitiendo que "lo que comenzó como una aventura que no sabía cuanto duraría, se ha convertido en una profesión fascinante". Después de tanto tiempo y de devolver la felicidad a tantos hogares, puede decir con total exactitud que Hermano mayor ha hecho que su trabajo sea "un auténtico regalo por haber conocido y ayudado a muchas familias".

Pedro da las gracias a todas esas familias y también a los espectadores "por su paciencia y sus sabios consejos para hacer de mi la persona y el profesional que ahora soy". Ha día de hoy se conoce muy bien a si mismo y esa es una de sus grandes fortalezas para poder ayudar a los demás y ponerse en el lugar del otro gracias a un alto sentido de la empatía.