Una de las compañías españolas de danza más internacionales en la actualidad, La Veronal, representará este sábado (20 horas) y domingo (18 horas) en el Teatre Principal de Palma un montaje que transita entre la danza contemporánea, el teatro, la música y la palabra, Vorònia, que, desde su estreno en el Grec Festival de Barcelona hace tres años, no ha dejado de cosechar aplausos en distintas capitales europeas como Berlín, París, Roma o Londres.

Vorònia es un espectáculo intrigante, de una gran belleza plástica" que ahonda "en la parte oscura que habita en el ser humano", señaló ayer Carles Forteza, director del Principal, que con esta obra cierra su XXXII Temporada d'Òpera i Ballet.

"La música juega un papel fundamental en este espectáculo", subrayó su director, Marcos Morau, Premio Nacional de Danza en 2013, al tiempo que quiso destacar el rol que desempeñarán tanto la Orquestra Simfònica de Balears como el Cor del Teatre Principal, formaciones que ejecutarán piezas de Wagner, Purcell, Vivaldi, Mascagni, Penderecki y Górecki, entre otros.

Vorònia es un ejercicio teórico y topográfico al mismo tiempo. Teórico por las ideas que maneja la compañía, como el de "las religiones como opio adormecedor de la conciencia individual"; y topográfico porque la reflexión que aborda la pieza se ancla en un lugar real, la cueva de Voronia, la más profunda de la tierra (más de 2.000 metros), situada en los montes de Graga, en Georgia.

"Nos ha servido como metáfora del mal", afirma Morau, para quien "el arte necesita responder preguntas y también plantear interrogantes".

" Vorònia -subraya el ideólogo de La Veronal- se instala en el mal y muestra cómo éste está presente en nuestro día a día. Queremos que el espectador se vaya sacudido a su casa".

Será la primera vez que la compañía barcelonesa se suba al escenario del Principal. Lo hará a lo grande, con ocho bailarines, una decena de actores y un cantante. No faltarán los figurantes locales -una constante en las giras de La Veronal- y la intervención de un niño, Adrián Sánchez.