Watson, feminista empedernida, apostaba por una versión de Bella más contemporánea y lejos de algunos clichés que rodean al cuento de Disney, que llega a los cines en versión cinematográfica este próximo 17 de marzo.

Aunque desde hace meses conocemos que la actriz británica lucirá un espectacular vestido amarillo como en la versión de dibujos animados, lo que muy pocos conocen es esto:

1. Bella no lleva tacones: En la película de Disney, la joven lleva zapatitos de tacón con los que recorre las calles empedregadas, pero en la versión cinematográfica va más cómoda, con unas botas.

2. Lo que esconde su delantal: El delantal funciona como un cinturón de herramientas y de vez en cuando Bella se mete la falda en la cintura para moverse libremente porque debajo lleva pantalones bombachos.

3. Cero corsés: Watson no quería que Bella representara una idea que se alejara de la belleza femenina y por esa precisa razón Jacqueline Durran, la directora de vestuario del film, eliminó el corsé del vestido de noche amarillo y lo reemplazó con un corpiño flexible.

4. Mucho trabajo tras el icónico vestido: Aunque más sencillo de lo que en principio iba a ser el vestido amarillo, tiene mucho trabajo detrás. 10 personas lo confeccionaron durante 238 horas hasta crear la pieza que vemos en la gran pantalla con plumas, pan de oro, purpurina y muchas capas de organza -y no cancán- para que Emma Watson se moviera con facilidad en escena.

5. Los zapatos de Bella: Completó su look de noche con unos tacones del siglo 18 pintados a mano.

6. Un guiño a la moda sostenible: Watson es consciente de todos los problemas con el medio ambiente y por esa precisa razón Durran pidió que la capa roja que lleva Bella mientras pasea por el bosque estuviera confeccionada con tejido sostenible y orgánicos.