El avión privado de Jennifer Lawrence tuvo que aterrizar de emergencia en un aeropuerto de Buffalo (Nueva York) después del fallo de los dos motores de la nave. Según adelantaba E! News, la actriz regresaba de Louisville, donde la intérprete había pasado unos días con su familia, cuando uno de los motores dejó de funcionar a 31.000 pies de altura. Mientras lo pilotos empezaban la maniobra de aterrizaje de emergencia, el otro motor también falló y se produjo un descenso inesperado de la aeronave.

Los aviadores fueron capaces de posar el aeroplano con seguridad en el aeropuerto, donde les esperaban preparados los vehículos de emergencia. La prensa estadounidense asegura que la estrella de 26 años se encuentra perfectamente, así como el personal que la acompañaba en ese momento y la tripulación, que demostraron su enorme destreza al gobernar el avión sin motores.

Lawrence se suma así a la larga lista de estrellas cinematográficas o musicales que han salido airosos de una situación crítica en pleno vuelo. En agosto, el rey del reggaeton, J Balvin, salvó milagrosamente la vida después de que la avioneta en la que regresaba con su familia de pasar unos días en Las Bahamas terminara estrellándose en un pequeño monte. En diciembre de 2015, el veterano Morgan Freeman salió ileso de un aterrizaje forzoso en Tunica (Mississippi) después de que en el despegue estallara uno de los neumáticos.

Más sonado aún fue el accidente que sufrió en agosto de ese mismo año Harrison Ford cuando estaba a los mandos de su biplano amarillo de la Segunda Guerra Mundial. El capitán del Halcón Milenario terminó en un campo de golf de Santa Mónica (California) y debido a las heridas tuvo que pasar tres semanas ingresado. Eso sí, es reincidente, y aquel incidente no le ha quitado las ganas de pilotar, por mucho que le pese a su esposa, Calista Flockhart.