El productor de Hollywood Harvey Weinstein se entregó este viernes en una comisaría de policía de Nueva York para quedar bajo arresto y ponerse a disposición de la Justicia por los cargos de abusos sexuales levantados contra él.

Weinstein llegó hacia las 7.27 hora local (11.27 GMT) a la comisaría número 1 del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) para cumplir con el procedimiento de registro y con el fin de que le tomen la foto y las huellas dactilares.

El productor de cine llegó a la comisaría con traje oscuro, sin corbata y con un suéter celeste, portando tres libros, acompañado de otras dos personas que parecían guardaespaldas y que le acompañaron desde que salió del vehículo que lo llevó hasta la comisaría.

Medio centenar de periodistas, colocados a los dos costados de la comisaría, siguieron la entrada de Weinstein, que evitó acercarse a ellos para hacer declaraciones.

Una vez cumpla con el procedimiento policial, está previsto que, ya bajo arresto, sea trasladado ante un juez, con el fin de conocer los cargos levantados contra él, y lo más probable es que salga libre bajo fianza.

Así lo aseguran fuentes judiciales consultadas por medios locales, que han apuntado la posibilidad de que en las próximas horas Weinstein quede libre con una fianza de entre uno y dos millones de dólares.

El caso lo lleva la fiscalía del distrito de Manhattan, a cargo de Cyrus Vance.

Weinstein tiene dos causas pendientes: una por abusos sexuales contra la aspirante a actriz Lucia Evans, supuestamente cometidos en 2004, y otra por la presunta violación de la actriz de origen español Paz de la Huerta, en 2010.

Desde octubre pasado Weinstein ha sido acusado por decenas de mujeres tras las primeras denuncias aparecidas en la revista The New Yorker y en el diario The New York Times.

Estas acusaciones desataron el movimiento #MeToo ('Yo también'), una rebelión social contra los abusos sexuales que se extendió al mundo del cine y de los medios de comunicación, entre otros sectores.

Y la creación de un fondo de defensa legal llamado 'Time's Up' ('Se acabó el tiempo'), que ya suma 21 millones de dólares en donaciones y que busca ayudar a esas mujeres con salarios bajos a protegerse de las consecuencias que puede tener denunciar los abusos sexuales.