Todos tenemos un pasado, del que nos arrepentimos más o menos, y el imponente Jason Momoa no iba a ser menos. El hawaiano se ha ganado su fama estos últimos años por encarnar a Khal Drogo, el rey de los dothraki que terminó enamorando a la "Madre de Dragones" en ´Juego de tronos´.

Nacido en Hawai en 1979, el actor seguirá rompiendo corazones este año con el estreno inminente de ´Aquaman´, la película del personaje de DC Comics que aspira a reventar la taquilla este año. Pero sus inicios no fueron hipermusculados.

Su primer papel ante las cámaras lo consiguió con apenas 20 años, cuando estaba algo más delgado que ahora y no tenía un solo pelo en la barba. Momoa dio vida a Jason Ioane en ´Los vigilantes de playa´ durante nada más y nada menos que 38 episodios.

Desde 1989 hasta 2001 el actor se convirtió en todo un ídolo de masas con su papel de secundario en las dos últimas temporadas de la serie. Pese a que este papel fue su trampolín para muchos otros proyectos, el propio Jason Momoa reconoció a la ´BBC Radio 1´ que salir en ´Los vigilantes de la playa´ estuvo a punto de arruinar su carrera.

Otra de sus series más recordadas la protagonizó unos años después. Entre 2005 y 2009 lució rastas como Ronon Dex en ´Stargate: Atlantis´, la continuación de una de las series de ciencia ficción más seguidas de los últimos tiempos.

Una vez más, su físico imponente le ayudó a meterse en el bolsillo a los productores de ´Conan el Bárbaro´ (2011), la película más reciente sobre el personaje creado por Robert Ervin Howard y al que terminó interpretando en la gran pantalla junto a otros actores de la talla de Ron Perlman o Rose McGowan.

Para meterse en el papel del poderoso guerrero cimerio, Momoa tuvo que someterse a un duro entrenamiento: "Hacíamos dos horas de espada primero. Después descansábamos un poco, comía pollo a la plancha, hacíamos dos horas de musculación y después cardio", confesó el actor durante un evento en la Comic-Con de San Diego en el que también confesó que su dieta se basaba casi exclusivamente en el pollo a la plancha.

Esa dieta tan estricta la dejó de lado cuando fue elegido para dar vida a Khal Drogo en la HBO. En ese momento Momoa se olvidó del pollo y, pese a que siguió levantando pesas, se dedicó a comer pizza para ganar unos cuantos kilos de grasas.

Poco después de que la serie de la HBO llegara a la cima del éxito, se descubrió además que el actor hawaiano fue elegido para dar vida al Khal después de interpretar una ´haka´ durante el casting.

Pero para meterse en la piel de Aquaman Jason Momoa tuvo que volver a hacer sacrificios con su dieta para deshacerse de toda la grasa extra. Él mismo explicó a la revista ´Men´s Health´ que su entrenamiento consistía en "levantar mucho peso rápidamente para quemar mucha grasa y construir también mucho músculo". Una preparación demoledora pero con resultados más que evidentes.