Don Giovanni visita Inca

La programación de temporada de la Orquestra de Cambra de Mallorca es de un gran nivel, por lo que a producciones se refiere pero también por lo que al nivel que se está alcanzando, visto lo ya presentado hasta la fecha: un musical semi escenificado, West side story de Leonard Bernstein, una Pasión según San Mateo de Bach, muy efectista y bien resuelta y la muy pastoral Sexta Sinfonía de Beethoven. Y queda todavía algún que otro plato fuerte, la ópera Don Giovanni de Mozart, que el próximo sábado dirigirá Bernat Quetglas en el Teatre d’Inca, sede estable de los conciertos ordinarios de la Orquestra; un teatro, hay que decirlo, que, con el apoyo a esta formación musical, apuesta por la música en mayúsculas.

Entre las voces que cantarán los roles, nada fáciles, por cierto, de esa colaboración entre el compositor de Salzburgo y su libretista Lorenzo da Ponte, encontraremos a Pau Camero, en el omnipresente papel del protagonista, a Jorge Tello como su criado Leporello, a Margarita Rodríguez como Zerlina, al tenor Antonio Aragón como Don Ottavio, a Imma Hidalgo como Donna Elvira, a Joan Miquel Muñoz en el papel de Masetto, a Ximena Agurto como Donna Anna y a Sebastià Serra cantando el corto pero decisivo papel de Commendatore. Además, el Cor de Cambra de Mallorca, que ya pudimos escuchar en la Pasión de Bach, pondrá la nota coral a la función.

En Don Giovanni, que Mozart y Da Ponte estrenaron en Praga como pago a la estima que los aficionados de esta capital depositaron a su anterior colaboración, Le nozze di Figaro, cuando fue abandonada por los estamentos vieneses, no hay papeles menores, todos deben asumir auténticas pruebas de fuego, con sus intervenciones a modo de arias, dúos, momentos concertantes o recitativos. Curiosamente el protagonista sobre el que gira toda la acción, tiene más de los últimos que de los primeros, pues no tiene ninguna aria en solitario en sentido estricto, aunque, eso sí, su duetto con Zerlina es de los que seducen desde la primera nota o su Serenata al pie del balcón es uno de los momentos más inspirados de la ópera.

Estamos pues ante una propuesta atrevida, que llega en un momento álgido de la formación orquestal y que bien puede hacer que títulos del repertorio habitual de la lírica puedan verse y escucharse en directo fuera de Palma.

La sesión empezará a las 19 horas y tiene una duración aproximada de dos horas y media.

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