En la actualidad, el día a día de los niños puede resultar agotador y estresante, incluso a ojos de los adultos. El colegio, los deberes, el fútbol, las extraescolares de inglés y los juegos en el parque pueden mermar la energía de los más pequeños de la casa. Aunque muchas veces parezca que están dotados de baterías inagotables, cuando llega el final del día los niños caen rendidos en la cama.

Tal consumo de energía requiere de una buena merienda para aguantar ese ritmo. Sin embargo, esta comida de media tarde muchas veces no es todo lo saludable que debiera. Y es que, como normalmente se toma fuera de casa, muchos padres suelen sustituir los alimentos saludables por barritas de cereales con grandes cantidades de azúcar, bollería industrial o chucherías.

Para evitar que nuestros hijos se habitúen a comer este tipo de alimentos, os reunimos aquí unas recetas sencillas y nutritivas para los más pequeños de la casa:

Magdalenas caseras

Aunque el nombre no lo asociemos con la buena alimentación, estas magdalenas caseras son de lo más nutritivas si controlas el azúcar que les añades y si empleas ingredientes saludables. También podemos utilizar productos integrales o añadirles trozos pequeños de frutas.

Yogur con frutas

Para esta deliciosa merienda podemos utilizar yogur griego, que posee el doble de proteínas que el tradicional y más calcio y vitaminas. Debemos evitar comprarlo azucarado, ya que el dulzor lo aportarán las frutas que vertamos. Elegiremos las frutas que más le gusten al niño y podríamos, incluso, añadirle algún fruto seco, como almendras fileteadas.

Batido de frutas

Podemos utilizar diferentes tipos de frutas o solamente uno para preparar un sencillo batido que seguro que agradecen los niños a mitad de la tarde. El batido puede ser de leche o agua. También podemos añadirle unas galletas preparadas en casa con ingredientes bajos en azúcar.

Las piezas de fruta

No existe nada más sencillo de preparar que un plátano. Solamente con ayudarle a abrirlo si él mismo no puede, bastaría. No hay duda de que la fruta otorga un gran número de vitaminas y nutrientes que necesita el organismo y es muy recomendable acostumbrar a nuestros pequeños a que coman fruta de manera habitual. Si algunas frutas no les gustan o les cuesta comerlas, podemos optar por cortarlas y ponerlas en un pequeño táper para que las coman más cómodamente.

Bocadillo de jamón

El jamón york y el jamón serrano son dos de los productos de charcutería más sanos del mercado. Es más recomendable que los niños no tomen esta merienda todas las tardes, ya que es importante que consuman fruta, pero puede ser una buena opción, más aún si evitamos el pan de molde y utilizamos un pan integral.

Frutos secos

Los frutos secos pueden ser un alimento nutritivo para los más pequeños de la casa, pero hay que vigilar que cogemos los que no llevan sal añadida. Este alimento, rico en vitaminas y minerales y en grasas saludables, es importante que los molamos si son para niños menores de tres años. Además, a los mayores de dicha edad, debemos concienciarles del peligro de atragantarse y vigilaremos que los mastican adecuadamente.

Fruta congelada

Para los días de calor, podemos hacer un puré de fruta y meterlo al congelador. Una hora antes de la merienda lo meteremos al frigorífico para que se ablande y se pueda comer con una cuchara, como si fuera una especie de granizado. También podemos rellenar un vaso con dicho puré o con un zumo de frutas y meterlo al congelador con una cuchara. Al sacarlo, la cuchara será el palo del helado.

Membrillo y queso fresco

La combinación del sabor dulce del membrillo con el queso suele ser una fórmula perfecta que entiende a la perfección el paladar de los niños. Podemos poner sobre una rebanada de pan integral.