Si hay algo por lo que España destaca es el turismo. Los rincones que se esconden a lo largo y ancho de todo el país son idóneos para pasar uno días inolvidables. Lugares paradisíacos perfectos para descansar y desconectar de la rutina diaria, espacios naturales en los que disfrutar de la fauna y la flora, ciudades y pueblos en los que empaparse de historia y gozar de la arquitectura. Las opciones son muy variadas y para todos los gustos.

Además, para los aventureros más intrépidos España también ofrece unos paisajes absolutamente asombrosos, pero a los que solo pueden acceder los más valientes. Las personas que sufren de vértigo pueden pasarlo mal para lograr alcanzar estos lugares de infarto. Sin embargo, observar el mundo bajo tus pies, resulta una experiencia imborrable. Una aventura trepidante para los amantes de la adrenalina.

En este artículo reunimos algunos rincones mágicos que visitar si no nos da miedo enfrentarnos a la altura.

Las escaleras de Montfalcó (Huesca)

Es posible que alguna persona se asuste solamente con ver una fotografía de las escaleras de Montfalcó. En el Camino Natural de Montfalcó, en Huesca, unos peldaños imposibles trepan por un acantilado de infarto. A medida que vamos ascendiendo el vértigo se hace más patente. Bajo nuestros pies se queda el río Noguera Ribagorzana que serpentea entre las montañas. Los 291 escalones se pueden hacer muy largos si nos asustan las alturas, pero si nos gusta la sensación de ascender hasta el cielo, podemos gozar de un paisaje espectacular.

Canal de Urdón (Cantabria)

Las pasarelas levantadas en las paredes de los muros de los acantilados que se encuentran en el Canal de Urdón, en Cantabria, forman parte de un camino de once kilómetros de longitud que requieren de cierto esfuerzo y mucha valentía. En algunos tramos, la altura puede impresionar y la estrechez del camino puede hacernos sentir desprotegidos. Las vistas del lugar son asombrosas y con cada metro que se asciende el paisaje mejora. La subida hasta Tresviso está bien marcada, pero el desnivel que hay que salvar es de 900 metros.

Ruta Ferroviaria de La Fregeneda (Salamanca)

En el Parque Natural de las Arribes y Vega Terrón podemos encontrar una ruta sin igual. Partiendo desde la antigua estación de ferrocarril de la Fregeneda se disfruta de un recorrido de 17 kilómetros en llano. Las vistas y lo inusual de caminar por una vía ferroviaria hacen de este paseo algo espectacular. Pero, como en los casos anteriores, la altura puede ser un obstáculo si no son de nuestro agrado.

La Faja de las flores de Ordesa (Huesca)

Ubicado en el Pirineo central de Huesca se encuentra el valle de Ordesa. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es conocido por muchas personas que no dudan en visitar un lugar que merece la pena explorar. El río Arazas embellece aún más los maravillosos paisajes que rodean la zona. En este trayecto podemos encontrar los rellanos suspendidos que discurren a lo largo de los inmensos muros. Estas cornisas rocosas fueron el camino de muchos pastores y cazadores. Hoy en día, son los turistas y los montañeros quienes han conquistado el lugar.

Cahorros de Monachil (Granada)

Con una población de algo más de 7.000 habitantes, Monachil se ubica al sureste de Granada. Es en este municipio donde podemos acceder a una ruta que se adentra en la naturaleza más salvaje. Ausente al ruido y al ajetreo de la ciudad, el recorrido discurre bordeando el río Monachil, principal responsable de moldear el paisaje de la zona. Los angostos pasillos por los que nos guía el camino puede asustar a más de uno, sin embargo, la belleza del lugar nos atrapa.