¿Habrá alguien en la televisión pública más amable y cordial que Jacob Petrus? Me lo topé el martes en la despedida de ´Aquí la tierra´, en el que es el minuto de oro de La 1 porque precede nada más y nada menos que los titulares del Telediario de Ana Blanco. Ahí estaba Jacob con sus mapas del tiempo y sus predicciones, haciendo una labor pedagógica para que le entendiésemos todos los conceptos que maneja.

En eso que aludía a las crecidas del río Ebro en toda su cuenca. Y entonces escuché algo que me chocó. Con su mejor sonrisa, Jacob Petrus nos dijo que todos esos hectómetros cúbicos que desembocan estos días en el Mediterráneo no se pierden. Que todo ese caudal cumple su función para mantener el equilibrio del ecosistema en la zona de la desembocadura del Ebro.

Y entonces los compañeros de realización ofrecieron planos de detalle de la zona del delta, para que Petrus, con detalle, pormenorizara en qué consiste ese aprovechamiento.

No estábamos en el Telediario, sino en un magazine amable con carácter de servicio público. En donde un experto nos explicaba que el agua que sigue su curso hacia el mar no se pierde, no se malgasta, no se desperdicia. Que cumple su función. Y resulta que esa misma mañana había leído en portadas de periódicos del Sureste justamente lo contrario. Que no sé cuántos hectómetros cúbicos de agua del Ebro se vierten al mar cada año. El equivalente a un montón de trasvases, resaltaban en la noticia.

Me pareció curioso, y por eso lo cuento. Jacob Petrus, con vocación estrictamente pedagógica, echó por tierra con su argumentación científica todas esas afirmaciones que vierten los agricultores del sureste. A quién creer.