Después de que Netflix hubiera desembolsado 300 millones por el fichaje de Ryan Murphy hace dos años, había gran expectación por saber qué es lo que haría el creador televisivo en la plataforma de pago. La primera de sus series ya ha llegado y es la hora de comprobar si fue o no una buena inversión, mientras van llegando el resto de títulos que el showrunner ya tiene en marcha para ellos. Para bien o para mal, hay que decir que "The politician" es Ryan Murphy en estado puro. Con sus histrionismos y personajes pasados de rosca, pero con su afilada mirada para satirizar a la clase política norteamericana. Como si hubieran puesto en la batidora Glee y House of Cards y nos sirvieran el resultado en una elegante copa de helado. Murphy está desarrollando ahora mismo hasta diez proyectos distintos para la plataforma, entre series, películas y documentales. Pero, en un realizador con su dilatada experiencia, la llegada de su primer título es una declaración de intenciones. Y The Politician es precisamente eso, su carta de presentación. No es su mejor serie, pero como haría un político nos lo promete todo, si seguimos confiando en él. Todo es muy loco y uno no sabe muy bien a dónde le quieren llevar, tras tanto giro inesperado. Pero es altamente adictiva para quienes decidan entrar en su juego.

El protagonista es Payton Hobart (Ben Platt), un joven adolescente de clase alta que está convencido de que está destinado a ser presidente de los Estados Unidos y tiene ya marcada la hoja de ruta que le llevará inexorablemente a cumplir su destino. Para cumplir este objetivo, en esta etapa de su vida debe ganar las elecciones a delegado de su clase en el instituto y luego entrar en Harvard. Para conseguir la victoria se rodea de un equipo con el que pretende llevar a cabo todas las estrategias electorales que normalmente se ponen en marcha para los grandes comicios. Encuestas, fichajes estrella, sistemas de cuotas... En esta etapa de su vida ya aprenden lo que es el tener que acarrear con monstruos ocultos en el armario que el día menos pensado saldrán para poner fin a sus carreras. Una elección que desde fuera nos puede parecer absurda, pero que para los protagonistas es como si realmente se jugaran la presidencia de los Estados Unidos. En el microuniverso de un instituto se pueden establecer interesantes paralelismos con la realidad de su país. Hilarantes las referencias las referencias al voto haitiano o a los indecisos (éste se lleva un capítulo entero).

Murphy recupera a una de sus musas, Jessica Lange. La actriz en su madurez ha tenido junto al realizador televisivo algunos de sus mejores papeles de su carrera, tanto en American Horror Story como en Feud. Aunque en The Politician su personaje como esa abuela que trata de sacar provecho del cáncer de su nieta es una caricatura, casi más exagerada que el resto del reparto. A la función se unen otras estrellas veteranas como Gwyneth Paltrow o Betty Midler; así como nos da la oportunidad de ver a January Jones en un nuevo papel tras el final de Mad Men. Otra de las sorpresas que nos deja es el papel de la extenista Martina Navratilova como la profesora de hípica y amante lesbiana de Paltrow. También recupera otras caras conocidas del universo Murphy, como Dylan McDermott, que encarnó al padre de familia de la primera temporada de AHS; o Judith Light, que hizo de viuda de una de las víctimas de Andrew Cunanan en El Asesinato de Gianni Versace. Y ¿no es el personaje que interpreta Lucy Boynton una digna heredera del espíritu de otra de las musas de Murphy como fue Emma Roberts?

Con The Politician Murphy vuelve a sus orígenes con una narración muy alejada del tono que había perfeccionado en American Crime Story. El showrunner retoma su lado más gamberro, aunque sigue hablando de temas serios. Porque la principal moraleja con la que me quedo de esta serie es que en la política proliferan los sociópatas. El personaje de Payton es incapaz de sentir empatía alguna por sus votantes y finge tener unos sentimientos de los que carece. Paradójicamente, cuando le vemos alejado de esa faceta se vuelve más humano. Incluso con capacidad para sufrir. Dados los honorarios de Murphy todos dan por sentado que tendremos segunda temporada y en la que veremos al protagonista subir un nuevo peldaño en su imparable carrera por convertirse en uno de los grandes lideres de la nación. De vuelta a la campaña por mucho que las cosas no hayan ido por la vía que él se había marcado en el episodio piloto.

Hasta esta segunda temporada hay Murphy para rato, en unos meses nos llegará otro de sus proyectos más esperados para Netflix, Ratched, una precuela del filme Alguien voló sobre el nido del cuco en la que Sarah Paulson, otra de las musas de Murphy, interpretará a la enfermera que ya inmortalizara en el cine la actriz Louise Fletcher. Hay un tercer proyecto en el tintero que pretende ser un homenaje a los años dorados de Hollywood y del que por el momento no hay más datos, así como una cuarta serie que sigue en el más absoluto de los secretos. Para seguir haciendo boca, en Netflix hace poco nos acaban de poner de golpe todas las temporadas de Glee, la serie que junto a Nip/Tuck catapultó a Murphy al éxito.

Por si esto fuera poco en Fox siguen viento en popa las series que el prolífico realizador puso en marcha antes de marcharse a la gran N. La novena temporada de American Horror Story acaba de estrenarse con un homenaje al cine slasher de terror como Scream, Viermes 13, Halloween o La matanza de Texas. Bautizada como 1984 tiene a Emma Roberts como protagonista. En los Emmy ha tenido algún que otro reconocimiento la segunda temporada de Pose, que nos muestra la historia de la comunidad trans de Nueva York durante los años 80. Asimismo este verano se anunció que la tercera temporada de American Crime Story se dedicaría al caso de Bill Clinton y Monica Lewinsky (quien ¡ojo! será una de las productores), mientras sigue en cartera la dedicada a los efectos del huracán Katrina en Nueva Orleans. Tampoco Feud, serie de antología que se dedica a contar rivalidades míticas, se da por enterrada aunque este verano también se decidió cancelae su anunciada segunda temporada que iba a contar la relación entre Diana y Carlos de Inglaterra. No sabemos si será porque es una historia que ya mismo vamos a ver en The Crown, pero la conclusión en que los productores van a buscar otro argumento. Asimismo, el procedimental policiaco 911 no sólo sigue adelante una tercera temporada, sino que este año también contará con un spin off. 911 Lone Star estará protagonizada por Rob Lowe y Liv Tyler y estará ambientado en Austin (Texas), un escenario muy diferente del de Los Ángeles en la serie madre. Si ya cuesta estar al día con las series, también esta máxima se aplica a seguir el trabajo de Ryan Murphy.