No nos engañemos. ´Fear the Walking Dead´ nunca ha tenido el nivel de su serie madre, pero cuando empezó el desastre de Negan a algunos les sirvió como sucedáneo para mantener su dosis de muertos vivientes. Los primeros episodios nos llevaban a los primeros días del apocalipsis zombi y en un escenario que estaba en la otra punta del país. La promesa era contar lo que ´The Walking Dead´ no hizo cuando empezó. Todo parecía nuevo, con escenarios inéditos hasta ahora. Situaciones de gran potencial que hacían no perder la esperanza de que se convertiría en una gran serie. Vimos cómo se extendió la plaga, que los zombis en el mar son tan letales como en tierra, el impacto que causaron los caminantes en Méjico, una invasión de muertos vivientes en un resort, indios que aprovechan el apocalipsis para intentar recuperar sus tierras. Por eso, cuando en el primer capítulo de la cuarta temporada vimos a Morgan (Lennie James) moviendo su palito, me temía lo peor. Algo que se confirmó en los siguientes. Estamos ante un reboot de la serie en toda regla.

Ya se ha hablado hasta la saciedad de cómo ´The Walking Dead´ ha acabado aburriendo hasta a sus fans más incondicionales. El último episodio de su octava temporada se suponía que debía narrar la épica batalla contra Negan (Jeffrey Dean Morgan). El capítulo tenía algún momento épico pero, al terminar la confrontación, era mirar el reloj y comprobar que aún quedaban diez minutos para el final. Los fans han culpado del desastre al que ha sido hasta ahora showrunner de la serie, Scott Gimple. Por eso, cuando se anunció que ya no estaría en la novena temporada y su sustitución por Angela Kang, parecía que estábamos de enhorabuena.

La cuarta temporada de ´Fear the Walking Dead´ (la llamaremos ´FWD´ para abreviar) se estrenó el mismo día que terminó su serie madre. Sabíamos que Morgan iba a pasar de una serie a la otra y que iba a ser el nexo de unión entre las dos. Como el 'spin off' transcurre en el pasado, se daba por sentado que Morgan moriría y que en ´FWD´ se nos contarían hechos de su pasado antes de unirse a Rick Grimes (Andrew Lincoln) y los suyos. Pero, ¡sorpresa! Resulta que la nueva temporada empieza después de la batalla de Negan y que han sido los protagonistas de ´FWD´ los que han dado un salto temporal para coincidir con la otra serie. Y así nos encontramos con que Scott Gimple sigue controlando todo el cotarro escondido detrás de dos nuevos showrunners perpetrando el reboot. Nos la han vuelto a colar y parece que nos dice maliciosamente: "Hola chicos. Soy el que se cargó ´The Walking Dead´ y vengo a cargarme esta serie también".

Tenemos la acción discurriendo en dos líneas temporales. Una es la actual, donde la fotografía muestra un mundo gris y oscuro; y otra la del pasado, con un color más brillante. Como dando a entender que ésos fueron sus días dorados antes de un futuro mucho más oscuro, donde los protagonistas han renunciado a sus principios y cometen fechorías que pensaban que jamás harían. Todo apunta a que en algún momento se dejen los flashbacks atrás y toda la acción pase a transcurrir a la vez que en ´The Walking Dead´. Adiós a la serie que exploraba los primeros días del apocalipsis. Hola serie donde a partir de ahora va a pasar lo mismo que en la otra. Y encima, como soy así de chulo, voy y me cargo a otro protagonista dejando a todos con la mandíbula desencajada. Hay que matizar que parece que no todo es culpa de los productores, sino que fue decisión de alguien que quería cambiar de aires en su carrera y trabajar en otros papeles. No vamos a decir quién para huir de los spoilers. Al menos, la doble línea temporal va a permitir que todavía no nos despidamos de su personaje y contemos con su presencia unos cuantos episodios más. La incorporación de nuevos personajes nos apunta a que en el resto del reparto cualquiera es prescindible.

Habrá quien piense que el giro se enmarque en el espíritu de la serie de poner a los personajes en situaciones totalmente nuevas. Pero más bien es el manotazo sobre la mesa para desordenar todo el tablero y acabar con todo lo construido en los últimos tres años. Madison Clark (Kim Dickens) va perdiendo bazas para ser una madre coraje, mientras que a estas alturas, no parece que Alycia Debanm-Carey vaya a pegar un giro para convertirse en la Lexa de ´Los 100´ que muchos de sus fans esperaban. Da la sensación de que la serie renuncia a la posibilidad de ser mejor. Cualquier día nos cuelan a Negan de protagonista o algo así. Escuchas a Scott Gimple contando que la novena temporada de ´The Walking Dead´ va a ser como una especie de epílogo donde se va a poner fin a las tramas contadas los últimos años y ya intuimos que posiblemente en la novena será un buen momento para terminar. Sin embargo, se ha aplicado la política de tierra quemada y, con los últimos giros, muy difícilmente ´FWD´ va a ser la de antes. La serie ha dado su propio salto de tiburón y me temo que, a partir de ahora, esto va a ser cuesta abajo y sin frenos. El último que apague la luz.