Fernando López Puig, hasta ahora director del área de Ficción de TVE, andaba eufórico en la Gala de los VII Premios Días de Cine que conceden los miembros de su equipo. Y es que López Puig ha sido nombrado director de Contenidos y Canales de la santa casa de Prado del Rey, con subsede en Torrespaña, y dado que en estos premios no son tan envarados como los que se avecinan, el directivo se encontraba cómodo y con ganas de bromear.

Fue una ceremonia entrañable la que se vivió en el Museo Reina Sofía. Duró cien minutos justos de reloj. Y tuvo la particularidad de que cada uno de los premios fue presentado y justificado por uno de los redactores del programa. Esa es la clave de estos galardones: la ilusión que hace a los ganadores saberse elegidos por los responsables de un programa que, desde 1991, es su referente. Julieta Serrano, premio de honor, añoró los tiempos de Antonio Gasset, del que se confesó enamorada.

Curioso fue que el premio del público fuese a parar a El Crack cero. Votaron esta película casi la mitad de los 3.300 espectadores que ejercieron su derecho por Internet. Dato muy indicativo a propósito de la edad que pueden tener los espectadores más fieles del programa.

La Gala no cupo en la parrilla. Sólo se pudo ver por la web. Algo más que discutible teniendo en cuenta, primero, lo deliciosa y amena que resultó, y segundo, lo despejado que está el horario de la cadena, que se cubre reposición va reposición viene. Es como lo del estreno de Sánchez y Carbonell, que se emitió emparedado entre un documental de chimpancés y otro sobre el Everest. No encuentro la lógica, pero los programadores sabrán.