Salomé ganó la edición de Eurovisión de 1969 con la canción 'Vivo cantando'. Fue la segunda vez que España se hizo con el primer puesto en el festival de la canción; curiosamente, la anterior edición, celebrada en Londres, la había ganado Massiel con 'La, la, la'. Hace ya cincuenta años desde que España viera el oro en Eurovisión por última vez, y, en general, los resultados obtenidos después no han sido excepcionales. ¿A qué se debe?

"Cuando no le das importancia a algo, lo normal es que recojas resultados al mismo nivel", señala el conocido locutor Xavi Martínez, quien asegura que en España se nos olvida que "somos un país grande".

"España es un referente mundial exportando música. Desde Julio Iglesias o Serrat, pasando por Alejandro Sanz o Pablo Alborán. Hasta hoy, con artistas como Álvaro Soler, que es número 1 en países como Italia, Alemania o Suiza, o por supuesto creando iconos revolucionarios como Rosalía", afirma Martínez.

Atraer a los artistas

Si artistas españoles con talento no faltan, ¿por qué pasan las ediciones y España sigue sin ganar nada? Javier Escartín, coordinador digital del grupo COPE, apunta a que "nuestra televisión pública no parece haber trabajado en un proyecto claro y definido sobre el festival", lo que ofrecería una imagen poco atractiva para que los artistas reconocidos quieran involucrarse en el proyecto.

Todo ello produce un ciclo negativo que se retroalimenta en parte también por "la imagen añeja y devaluada" que el público español tiene, "un certamen friki, desfasado y antiguo", según Escartín.

El periodista de la COPE apunta a que la participación en Eurovisión parece no dar prestigio a los participantes, y que por esta razón prefieren no "jugarse sus carreras en una competición donde tu apoyo básico, TVE, no parece estar implicado por completo".

España ocupa el primer lugar como destino de viajes a festivales de música en vivo, un sector en el que ha crecido a un ritmo del 70 por ciento anual en los tres últimos años, según un estudio reciente de Spain Live Music. Sin embargo, esa realidad no se aprecia en la calidad y tipología de las propuestas que RTVE lleva a Europa con dinero público.