Caroline Flack era la reina de los 'reality' en el Reino Unido. Una generación entera de británicos había crecido siguiendo sus apariciones ante las cámaras. Tremendamente popular, su vida, sus novios, los triunfos y sus altibajos eran de dominio público. Flack tenía 40 años cuando se suicidó el pasado sábado. La noticia ha provocado una ola de lamentos, recriminaciones y lágrimas de cocodrilo en la prensa tabloide y las redes sociales, que hasta el mismo viernes la venían torpedeando. Ese viernes, día de San Valentín, 'The Sun' había publicado una tarjeta de felicitación burlándose de Flack, que tras el suicidio el diario retiró de su página web. Esa noche, según se supo después, una ambulancia había acudido a la casa de la presentadora, pero se marchó sin que fuera conducida al hospital. Al día siguiente sus familiares confirmaron su muerte.

Tabloides en el banquillo

Tras el óbito ha comenzado a circular una petición pidiendo nueva legislación que impida a ciertos medios "intimidar ('bullying') a sabiendas e implacablemente a la gente, famosa o no". La llamada 'ley de Caroline', ya había recogido el lunes más de medio millón de firmas. "Su trágica muerte ha puesto de nuevo a los tabloides en el banquillo de los acusados", afirma la periodista Joan Smith, que se encarga en la alcaldía de Londres de la lucha contra la violencia que sufren las mujeres.

Flack debutó en televisión el 2002, pasó por el concurso 'Gladiators', los 'reality' '¡Sáquenme de aquí, soy una famosa!' y , 'X Factor'. Su popularidad se desbordó en el 2014 cuando ganó el equivalente británico a 'Mira quién baila'. Después vendría su trabajo de consagración como presentadora de 'Love Island', algo parecido a 'La Isla de las Tentaciones' que acaba de hacer furor en España. A ella se debió en buena medida que el 'show' se convirtiera en uno de los más exitosos en la historia de la televisión en el Reino Unido, con el que Flack cosechó un premio Bafta en el 2018.

Vulnerable

Simpática, espontánea, guapa de barrio sin sofisticaciones, tras esa fachada divertida había una mujer vulnerable, que llevaba con dificultad la presión de la fama. Ella misma había reconocido que sufría depresión. Exnovia de Harry Styles, cantante de One Direction, también se le atribuyó un supuesto 'affaire' con el príncipe Enrique.

Su pareja actual era el tenista Lewis Burton, 13 años más joven que ella. El pasado mes de diciembre la presentadora fue detenida por haberle agredido durante una pelea. La cadena ITV decidió en ese momento sustituir a Flack en la nueva edición de 'Love Island'. La prensa echó leña al fuego. "Baño de sangre en el dormitorio", tituló 'The Sun' con fotos de las sábanas en el supuesto lugar del 'crimen'. "Caroline Flack, caída en desgracia", decía el 'Mirror'. Las redes sociales amplificaron el incidente, del que ella se declaró inocente en su primera comparecencia en el tribunal. El juez prohibió a la pareja mantener contacto alguno. A pesar de que Burton quería que se cerrara el caso, la fiscalía decidió seguir adelante, algo que también ha sido criticado. La próxima comparecencia en el tribunal estaba fijada para primeros de marzo. La presentadora apenas salía de casa.

Tercer suicidio

La cadena ITV suspendió el sábado y el domingo la emisión de 'Love Island'. Este lunes estaba previsto reanudarla rindiendo homenaje a Caroline. El 'show' arrastra un triste récord. El de Flack es el tercer suicidio que golpea al 'reality'. Dos de sus antiguos concursantes, una modelo en el 2018 y un futbolista en el 2019, se quitaron la vida, lo que no ha hecho bajar las audiencias precisamente.

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