El conductor de un vehículo en París agarra de la solapa a un peatón y lo arrastra entre carcajadas durante varios metros. Poco después repiten lo que literalmente titulan como "una tarde de risas”. A otro hombre lo sujetan de la muñeca. Él les suplica que paren, pero siguen circulando para después, soltarle la mano y provocarle una caída. Un impacto que le causó múltiples lesiones en cara y cuerpo. El conductor ya ha sido detenido y cuenta con un amplio historial delictivo. Desafortunadamente este tipo de violencia por diversión es más que habitual en las redes sociales. Pura crueldad disfrazada de broma.