Medio kilómetro de arena blanca y fina y aguas cristalinas hacen de Es Caragol una de las playas más bellas de la isla. El mar, calmado y poco profundo, suele tener una temperatura ideal para largos baños estivales.

Al estar alejada de cualquier núcleo urbano es una playa poco frecuentada por turistas y locales. Se puede acceder desde la Colònia de Sant Jordi o bien desde el Cap de Ses Salines, aunque en ambos casos hay un paseo de una media hora hasta llegar a Es Caragol.