El verano ha acabado, sin embargo, a pesar de que en los últimos días han bajado sustancialmente las temperaturas, todavía quedan días de calor en los que apetecerá darse un chapuzón, y para ello, nada mejor que hacerlo en lugares idílicos como alguna de las piscinas naturales de estas calas de Mallorca.

En la urbanización Maioris, en Llucmajor, encontramos una de ellas, la popularmente conocida como playa del Delta, por el hotel situado en la zona que acaba de cerrar sus puertas. Se accede siguiendo la ruta que nos lleva a Mhares Sea Club y lo mejor es dejar el coche en la misma zona. A partir de aquí, se puede buscar un lugar a izquierda o derecha del 'beach club' en el que pasar el día cómodamente. La forma de las rocas genera piscinas naturales, que según el estado del mar estarán más o menos llenas. En cualquier caso, explorando la zona uno siempre encuentra un buen lugar con piscina, que, aunque sea de reducidas dimensiones, hará las delicias de los más pequeños de la casa.

Algo más cerca de Palma, en Son Verí, se encuentra sa Cova Baixa, otra zona rocosa con piscinas naturales de poca profundidad frecuentada por los residentes en las urbanizaciones colindantes. Se accede por la vía Fray Juníper Serra, estacionando el coche en el punto en el que la calle se convierte en paseo peatonal.

Nos trasladamos a Cala Egos para visitar otra de las piscinas naturales populares en Mallorca, sobre todo en estos últimos meses, en los que las fotos de esta peculiar piscina no cesado de circular en grupos de Whatsapp y muros de Facebook. Se trata de la piscina que hay junto a los apartamentos Las Rocas de Cala Egos, urbanización colindante con Cala d'Or. En este caso no se trata de una piscina natural al uso, pues el hombre ha puesto de su parte allanando la zona con hormigón y pintándola y dotándola de una bomba por la que circula el agua de mar. Entre sus ventajas destaca la comodidad para entrar y salir del agua, así como la originalidad del lugar; ahora bien, en días festivos son muchos los que se acercan a la zona, por lo que es recomendable visitarla entre semana si lo que se busca es tranquilidad.

Otra de las maravillas de la naturaleza está en cala Olla, en Capdepera, una playa de rocas de lo más peculiar que se encuentra entre la zona de cala Gat y cala Agulla y a la que se accede a través de la calle que le da nombre: l'Olla. Al final de la calle se puede estacionar el coche y, desde ahí mismo, se observan las piscinas naturales de esta cala redonda. Se recomienda ir cuando el mar está calmado y, si se accede con niños pequeños, llevar mucho cuidado, pues es una zona muy rocosa.