El frío se acerca y cada vez más apetece tomar en familia, solo o con amigos bebidas calientes y pastelería de calidad en locales con encanto. En Mallorca hay varias propuestas, aquí recomendamos cinco establecimientos para disfrutar de un invierno dulce en Mallorca.

Can Joan de s'Aigo (Palma)

Todo un clásico para disfrutar durante las fiestas navideñas y, por qué no, durante todo el año. Can Joan de s'Aigo es el decano de la isla ya que se fundó hace más de 300 años, concretamente el año 1700. Sus ensaimadas y coca de 'quarto' son ideales para mojar en su chocolate caliente. Aunque haga frío también podéis tomar uno de sus ricos helados, como el de crema de café o de cava. Dispone de tres locales, todos ellos en Palma (Can Sanç, 10; Baró de Santa Maria del Sepulcre, 5; i Avingudes) que abren de lunes a domingo.

Pastisseries Pomar (Campos - Palma)

Son uno de los puntos de referencia para tomar una coca bamba, un cruasán o una ensaïmada. También encontraréis deliciosos pastelitos dulces y delicias como las pieles de naranja bañadas en chocolate negro o las ametles farcides. Todo ello complementado con infusiones, cafés y chocolate caliente. Can Pomar se fundó en 1902 y cuenta con dos locales en Campos (c. de Plaça 20; i Jaume II, 2) y dos más en Palma (ctra. de Manacor, 3; i Baró de Santa Maria del Sepulcre, 12). Los de Campos -de donde es originaria esta familia de pasteleros artesanos- abren cada día, mientras que en Palma cierran las tardes de los sábados y domingos.

Granja Rosaleda (Palma)

Los churros y las tazas de chocolate caliente son dos de los principales reclamos de esta granja mallorquina, pero también destacan las ensaimadas, quartos y coques de patata. La Granja Rosaleda se encuentra en la Costa de la Pols de Palma desde el año 1966, pero su historia se remonta cuatro generaciones atrás, concretamente en el año 1948, época en que los fundadores ofrecían churros de forma ambulante en Palma y en diferentes municipios de la isla. También es popular por sus buñuelos. Cierran los sábado tarde y el domingo todo el día.

L'Escrivania (Porreres)

Otra opción muy recomendable es disfrutar de las tartas que ofrece el restaurante L'Escrivania de Porreres. Un buen plan, ya sea por la mañana o por la tarde, es probar su tatin de albaricoque o un trozo de pastel de chocolate blanco con albaricoques acompañado de una buena taza de chocolate. Los albaricoques proceden de la fincas de Gabriel Mora, que comercializa bajo la marca familiar de Can Parrí. También hay ensaïmada con albaricoques. Cierra los martes tarde y toda la jornada del miércoles.

Can Molinas (Valldemossa)

La coca de patata es el principal reclamo de este forn familiar de Valldemossa, pero también sobresalen el gató de almendra y el de avellana, todos ellos ideales para disfrutar con chocolate a la taza. Can Molinas es todo un símbolo gastronómico de Mallorca, una historia que se remonta al año 1920 cuando Miquel Cañellas Nadal, apodado de Can Molí y originario de Bunyola se casó con la valldemossina Maria Estrades, creando este emblemático forn. Cuentan con tres locales: la pastelería, en la c. de la Rosa; el forn, en Blanquerna, 15; y la cafetería en la Pl. de Cartoixa.