Los torrentes de Mallorca «son vertederos incontrolados» de todo tipo de residuos

La entidad ecologista Gadma ha limpiado este mes de abril los principales cauces que desembocan en el parque de s’Albufera. Denuncia que las torrenteras son víctimas de vertidos de escombros, talas indiscriminadas, caza ilegal o carreras de quads

Joan Frau

Joan Frau

Muchos de los torrentes de Mallorca se han transformado en «vertederos incontrolados» en los que personas incívicas tratan de desprenderse de todo tipo de residuos sin ninguna preocupación por los efectos medioambientales de su decisión. Así lo denuncia la asociación Gadma (Grup d’Amics en Defensa del Medi Ambient), que este sábado ha finalizado una nueva campaña de limpieza de torrentes, medios naturales en los que el colectivo ecologista con base en Binissalem ha centrado buena parte de su lucha contra los impactos humanos en el entorno ambiental. 

En esta ocasión, la campaña de Gadma se ha focalizado en la limpieza de los torrentes que desembocan en el parque natural de s’Albufera. A lo largo de todos los sábados del mes de abril que ahora se acaba, decenas de voluntarios de la asociación se han dedicado a retirar los residuos de los torrentes de Solleric (a su paso por Consell y Sencelles), Almedrà (Lloseta), Sant Miquel (Campanet), Rafal Garcés (Binissalem) y Son Bordils (Inca). Son cauces naturales (en algunos casos son los mismos con distintos nombres en función del municipio) que depositan sus aguas y sedimentos en el gran humedal de Mallorca. Esta circunstancia otorga todavía más valor, si cabe, a la acción altruista de Gadma, ya que toda la basura que se ha retirado de estos torrentes ya no llegará al parque natural, uno de los últimos reductos de naturaleza salvaje que quedan en Mallorca.

La acción no ha sido en vano. Durante los días en los que ha durado la campaña, los voluntarios de Gadma han extraído más de 170 bolsas de 100 litros llenas de residuos de todo tipo, además de tres bolsas de botellas de vidrio y otras tres repletas de latas. Tampoco han faltado los residuos de grandes dimensiones y altamente contaminantes como los electrodomésticos o las baterías. Los participantes también han retirado del interior de los cauces numerosos trozos de hierro e incluso piezas de ropa. Un auténtico vertedero al aire libre de consecuencias incalculables sobre nuestro medio natural.

La asociación Gadma recuerda que desde hace 24 años solicita a las administraciones la «protección integral» de los torrentes de Mallorca porque «por desgracia se han convertido en vertederos» utilizados no solo por las «personas sin escrúpulos» sino también como destino de vertidos «a veces incontrolados» por parte de las depuradoras, que «tienen conexiones directas» con las torrenteras de la isla, utilizándolas de canalizaciones para verter las aguas (a veces sin depurar correctamente) al mar. 

Además de la protección, Gadma reclama que las administraciones «recuerden a los ciudadanos qué se puede hacer y qué no se puede hacer en los torrentes». Y es que, según explica el portavoz de la entidad ecologista, Bernat Fiol, «de forma constante nos encontramos con construcción anexas a los márgenes de los torrentes», así como «vertederos de escombros, talas indiscriminadas de árboles sin permiso, prácticas de caza ilegal, carreras de quads...». Fiol recuerda que los torrentes «son los únicos caminos verdes que quedan en la naturaleza» y por ello los cauces deberían estar «sanos y limpios». «Y cuando digo limpios no me refiero a así como quedan los torrentes tras las actuaciones del Govern, que usa maquinaria pesada alterando todo el lecho del torrente, su drenaje, la vegetación y la vida salvaje que albergan», precisa el portavoz de Gadma. De hecho, el colectivo ha denunciado en múltiples ocasiones las campañas «agresivas» de limpieza que se efectúan en los torrentes por parte de Governs de diferente color político, que califican de «atentado ambiental» porque las máquinas arrasan con todo con el objetivo de eliminar todos los obstáculos del torrente, destruyendo árboles y plantas «irrecuperables».

La campaña de Gadma en los torrentes que desembocan en s’Albufera ha concluido, una acción que habrá servido para que «todo lo que hemos sacado no afecte al parque natural». Seguramente, el año próximo volverá a ser necesario. La lucha contra las agresiones al medio ambiente no puede descansar en Mallorca. 

La educación ambiental, clave en el futuro de estos ecosistemas singulares

La educación ambiental es imprescindible en la preservación de estos ecosistemas tan importantes. Con el objetivo de que los jóvenes escolares se familiaricen con la flora y la fauna de Mallorca y adquieran una conciencia ambiental totalmente necesaria para enfrentarse a un futuro incierto condicionado por el cambio climático, Gadma lleva a cabo desde hace quince años una impagable labor educativa en los colegios de la isla «totalmente gratuita y autodidacta», según destaca el portavoz del grupo ecologista, Bernat Fiol, si bien cuenta con la colaboración de Cemex. Esta curiosa alianza ha permitido que desde 2007 la campaña Mallorca natural haya llegado a más de 27.000 estudiantes.

Fiol considera que el cambio de rumbo «debe llegar desde abajo» porque «los políticos tienen demasiados intereses» como para adoptar decisiones valientes.